"Un día en que se bautizó mucha gente, también Jesús se bautizó.
Y mientras Jesús oraba se abrió el cielo y el espíritu Santo bajó sobre Él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz que venía del cielo:
-Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto."
Lc 3, 21-22.
El que Es, que es Uno, se multiplicó engendrando al Hijo. El que Es, que es Uno, haciéndose múltiple es Uno. No pudo ser de otra manera, pues El que Es, que es Uno, es Amor. Y a ti te dirige Su Palabra:
-Tú eres mi hijo, el amado, el predilecto.
